La vida es un regalo de Dios. El nos la ha dado, no para que la desperdiciemos
sino para que la desarrollemos. La persona no solo es cuerpo, tiene otros niveles
mas profundos: la efectividad, el pensamiento y, sobre todo, el interior del ser. Así
que la persona ha de trabajar para que lo mas profundo de su interior se manifieste
y dirija todas sus opiniones.